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Este
vocablo significa “hermosa agua que corre”.
Ubicación
Son sus
límites: al norte Av. Udaondo, al oeste Federico Leloir, al sur Av. Gaona y al
este el vértice Udaondo / Gaona. La denominación de Parque Sumampa abarca desde
Leloir a El Tirador; de allí a Puente Barcala es Parque Hermoso. Dentro de lo
que podríamos llamar la franja de Sumampa hay dos sub-barrios: al sur el
llamado “Barrio Zapatero” (Leloir, Jacarandá, De las Nazarenas y Gaona). Al
norte “Villa Angela” (Udaondo, Del Chiripá, Jacarandá, El Tirador). Son
terrenos suavemente ondulados, entre las cotas de 24 y 25 metros, con un punto
considerablemente más bajo en Del Ombú y Leloir, que colecta las aguas de los
declives aledaños para formar el arroyo Forletti.
Antiguos
tenedores de tierras
Nos
remontamos a la segunda mitad del siglo XIX con los planos del Ing. Sourdeaux
(primera mensura de Morón, 1866). Las tierras fiscales que salieron a la venta
en 1868 tuvieron como primeros adquirentes a Juan Bautista Reboliati y a
Lorenzo Marzano; Los Bonino fueron sucesión de Marzano. Está claro que los
Leloir no poseyeron fracciones en el área que estamos relevando.
Para los
años 40 del siglo XX la franja entre Leloir y Jacarandá, desde Udaondo a Gaona
era lo más parcelado. En Udaondo y Leloir había estado una de las quintas de
verdura de Marcial Salomón y entre el 41 y el 42 se instala la granja Maryland,
de la familia Magdalena, cuyo último miembro vive en lo que queda del
predio. Una superficie mayor, yendo
hacia el este, ocupaba el criadero Sumampa; luego seguía la Quinta El Capricho
y otras fracciones menores hasta el vértice Udaondo / Gaona.
Evolución
A fines de
los 40 y comienzos de los 50 se traza la urbanización del Parque Sumampa,
siguiendo el lineamiento del vecino Parque Leloir, sobre la tierra que había
ocupado el criadero primero y la quinta de verano más tarde. Su casco se
encontraba en El Pórtico y Del Chiripá, y tenía la única forestación importante
de los alrededores. Para esa época, el sindicato del calzado compró un
triángulo comprendido entre Leloir, Gaona y De las Nazarenas, destinado a la
construcción de un barrio para sus afiliados. Para 1954 estaban ya construidos
los chalets que pueden verse por Gaona entre Leloir y Jacarandá; el resto de
los lotes no se pudieron edificar por los avatares políticos y la suspensión de
los créditos. Se fueron vendiendo poco a poco, baldíos.
La docena
de manzanas que constituyó Villa Angela fue loteada por la inmobiliaria Juan
Boracchia a mediados de los 50, dando origen a un barrio totalmente diverso del
Parque Sumampa, de lotes pequeños que albergarían una edificación muy modesta.
Con
respecto a la quinta El Capricho su fraccionamiento más tardío formó el Barrio
Parque Hermoso, también de características sencillas. En 1962 se instaló una
gran fábrica textil sobre Gaona entre Los Paraísos y Los Cardales, la famosa “Amasia”
de la familia Palandjouglous. En 1989 pasó a llamarse “San Nicolás”.
Actualmente produce telas para tapicería y camisería fina. La hilandería está
en Tucumán, la tintorería en Beccar y la tejeduría es la que se encuentra en
Villa Udaondo.
Con
respecto al casco de Sumampa, única porción indivisa, acaba de constituirse en
un barrio cerrado denominado María del Parque. Son 3 hectáreas, delineadas por
El Pórtico, Gorostiaga, Del Mangrullo y del Chiripá. La vieja casa fue demolida
en 2004, ya que no estaba en condiciones de ser reciclada.
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La capillita de Sumampa en la calle Del Mangrullo (foto: Julián Núñez, 2003). |
Las calles
Las arterias
paralelas a Udaondo son: Ollantay (pieza teatral de Ricardo Rojas sobre una
leyenda dramática incaica); Del Chiripá (prenda de la vestimenta gaucha en los
siglos 18 y 19); Del Ombú, José Aramendi, De las Nazarenas (tipo de espuela);
Hinojo, Del Malambo, De la Noria. Las transversales: Federico Leloir,
(propietario de la Cabaña Tuyú y padre del científico Luis F. Leloir); el
pasaje Carlos Malbrán, Jacarandá, Del Pampero, Del Mangrullo, Del Chajá, De la
Rastra, Del Pórtico, Del Mate Amargo, Del Tirador, El Zonda, Patricias
Mendocinas, Los Cardales y Los Paraísos.
Como se ve,
varias tienen connotaciones botánicas, muchas son alusivas a usos, costumbres,
objetos criollos. También las hay de referencias zoológicas, ya que además de
El Chajá, hay dos callecitas de una cuadra que se llaman La Cachirla (ave
también llamada correcaminos) y Los Potros.
Otras dos
calles de dos cuadras paralelas a Udaondo son Pedro Escudero, que alude al
primer director del Teatro Municipal de Morón “Gregorio de Laferrere”, y
Norberto Gorostiaga, del cual carecemos de datos. No sabemos a qué se refiere
Del Pórtico, ni si Malbrán recuerda al científico o a alguna otra persona del
mismo nombre relacionada con el partido entonces Morón, lo cual constituía la
tónica para la nomenclatura vial. Con respecto a José Aramendi, mencionado más
arriba, era un antiguo vecino de Morón que fue Alcalde de la Sta. Hermandad a
fines del siglo 18.
Toda la
zona tiene una sola plaza, ubicada entre El Zonda, Aramendi, Patricias
Mendocinas, y Los Potros. No hay escuelas; los templos son la capillita de
Ntra. Sra de Sumampa, en la cual los santiagueños celebran su fiesta en
noviembre, y la de Ntra. Sra. Del Carmen aun inconclusa. Existen algunas
instituciones: la más importante es AVVA (Asociación Vecinal Villa Angela), con
sede propia en De la Rastra 827, también la Asociación Vecinal Parque Hermoso y
el comedor comunitario Juan Cabrera.
Testimonios
sobre el Barrio Zapatero
“Nosotros
vinimos acá en el año 60 cuando compramos este lote a una compañera de trabajo
que había salido adjudicada en los sorteos del Sindicato del Calzado. Yo
trabajaba en Grimoldi, en la Capital (y allí me jubilé) pero no me anoté nunca
para los sorteos porque no tenía fe. Selva Rojas, compañera mía y amiga, salió
sorteada acá a la vuelta y se vino y nos convenció, así que le compramos a otra
persona que había tenido suerte pero no se animó a venir. Este era uno de los
lotes que habían quedado vacíos porque después del 55 no se edificó más”.
“Yo iba a
trabajar al Once y viajaba en tren. Para eso salíamos juntas con Selva, me
pasaba a buscar a las tres y media de la mañana para tomar un único ómnibus que
pasaba por José María Paz y Zanni. Había que llegar hasta ahí a pie, atravesar
Gaona: no había caminos y sí unos enormes cardales; yo era miedosa… Si
perdíamos ese colectivo teníamos que “hacer dedo” para llegar a la estación de
Castelar”. (María Coronel de Méndez).
“Esto era
puro campo, éramos tres o cuatro vecinos; en nuestra manzana éramos los únicos
hasta hace 6 o 7 años. Veíamos las perdices y las liebres en los pastizales de
los terrenos baldíos. No había luz, y recién en el año 70 o 71 conseguimos la
electricidad: en la calle la pagamos entre todos los vecinos y en las casas nos
colocaron los medidores. Recuerdo que por 10 años más o menos tuvimos heladera
a hielo y después a kerosene. Era grande el que tenía un sol de noche”.
“Como dije,
éramos pocos vecinos: Selva Rojas, familias López, Romero, Lorenzo, Velásquez,
Tuffo. Con gran sacrificio pudimos hacernos esta modesta casita. Los chicos del
barrio iban a la Escuela del Barrio Aeronáutico, cruzando Gaona; algunos a la
escuela del INTA, pero para llegar allá era un barrial terrible.” (Pascual
Méndez).
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Imagen en autopista y Puente Barcala |
Agradecimientos:
a “Tonino” Mónaco, Pascual Méndez y María C. de Méndez, Rosa S. de Tuffo, Juan
Ferreira, Instituto Histórico de Morón.